MAX COLOMBO

En la ciudad de Barcelona viven dos hermanos gemelos de Venecia, Max y Stefano Colombo. Aparte de mover el apetito de la farándula barcelonesa, guían en alta velocidad su propia marca. Creadores del emblemático restaurante Xemei, los hermanos abren locales, organizan fiestas, y conquistan el mundo. Mi primer protagonista es Max Colombo; le acompañan platos exquisitos, las mujeres esbeltas, el buen vino, los coches clásicos, y el buen gusto, un artista de la vida que sabe celebrar sus éxitos laborales. Yo, Dessislava, voy a dibujar los matices en esta charla donde Max Colombo, entre bromas y con un sentido de humor peculiar, nos contará sobre él.

Dessislava: ¿Cómo llegaste a Barcelona?

Max:En patera, en góndola, en avión (se ríe)…Llegué a Barcelona gracias a mi hermano.

D.: ¿Era idea de Stefano? ¿Él ya había estado en Barcelona?

M.: Sí, él ya vivía aquí y no le gustaba la comida de los restaurantes italianos de aquí que era una mierda.

D.: ¿Entonces la idea de la creación del restaurante  Xemei era de Stefano?

M.: De mi hermano 100%,sí, sí, sí. Yo trabajaba ya de cocinero en Venecia en un restaurante conocido por mi cuenta. Tenía la vida solucionada, estaba a punto de casarme, tenía dinero, tenía barco, tenía coche, tenía piso, tenía todo.

 D.: ¿De qué año estamos hablando?

M.: Del año 2007.

D.: ¿ Cual es el concepto del  Xemei y cual era la idea de la creación?

M.: Ya colaborábamos con otro restaurante en Milan que era de mi amigo Mauri, se llamaba Ex Mauri. La idea era ser un restaurante veneciano moderno, de cocina moderna, simpático como nos gusta a nosotros, un poco canalla, pero con la cocina de alto nivel.

D.: ¿Cuándo sentiste la afición por la cocina? ¿En qué edad empezaste a cocinar?

M.: La afición por la cocina la empecé a intuir cuando me faltaba la pasta. Empecé a trabajar antes de todo limpiando el pescado al mercado de Venecia por la mañana y luego como fregaplatos en los peores sitios que se pueden recomendar.

D.: ¿Aprendiste a cocinar así?

M.: Sí, poco a poco, necesitaba unos cuantos años (se ríe), no he aprendido en dos años y estoy aprendiendo todavía.

D.: Me dijiste que estabas a punto de casarte, ¿Qué pasó?

M.: Pillamos un par de días de juerga en Barcelona yo y mi hermano y me piré.

D.: ¿ Tienes novia ahora?

M.: No y si hay alguna guarra por allí, la quiero por favor, es broma.

D.: ¿Probablemente no se te da mal la vida de soltero, no?

M.: No, uno aprovecha lo que quiere, tampoco se me da mal la vida de casado.

D.: ¿Ha creado Xemei una especie de sociedad? ¿Vienen clientes habituales?

M.: Sí, hemos creado un grupo de aficionados, de amigos, de fans. Al final de los muchos años que hemos estado aquí hemos creado casi un equipo. Cuando los llamamos hay mucha gente que nos sigue. Abrimos locales nuevos y vienen. En las fiestas puntuales vienen. Es divertido y también toda esta gente es el tipo de gente que nos gusta a nosotros.

D.: ¿ Tienes ganas de abrir Xemei en algún otro lugar en el mundo?

M.: Sí, en Nueva York.

D.: ¿Porqué Nueva York?

M.: Porque Paris es demasiado francés, Londres hace mucho frío y llueve y no, en Italia hay demasiados impuestos y los italianos están hasta la polla, Istánbul es muy guapa, pero está llena de turcos. Nueva York!

D.: Tienes un hermano gemelo que se llama Stefano.

M.: Sí, tenemos el mismo culo.

D.: ¿Aparte del culo en qué más os parecéis?

M.: Y a los dos nos gustan las cosas guapas. Me gusta cuando hago algo, hacerlo bien. También nos gusta mucho divertirnos. Nos gusta darlo todo. Si tengo que darlo todo en el trabajo, también lo damos todo en la fiesta.

D.: Hablando de fiesta, yo vengo de parte de Ocaña. 

M.: Ocaña no lo conozco, lunes por ejemplo (se ríe), lunes no voy nunca a Ocaña, domingo muy poco, martes algunas veces. Y de miércoles a sábado soy residente.

D.: ¿ Cual es tu bebida preferida en el local? 

M.: Tengo que cambiarla. Porque yo tomo mucho Moscow Mule, pero tengo que cambiar, porque he hecho el análisis esta semana, tengo el potasio alto, ¿digo qué mierda es tener el potasio alto? Puede ser por el Ginger beer o por toda la mierda que se mete luego uno por la noche.

D.: ¿Algo curioso que te ha pasado en Ocaña?

M.: Entro con Ricardo La Feria y conozco todo el mundo y me he cepillado todas las mujeres que hay por allí, más curioso que esto no sé.

D.: ¿Cuales son tus aficiones aparte de las mujeres y la comida?

M.: Las mujeres no son una afición. Ante de todo respeto a las mujeres. Las mujeres no son una afición, son una visión, una visión rápida también, las veo veinte minutos.

D.: ¿Qué te apasiona en la vida?

M.: Mujeres, comida, vino, coches, películas, música y rock&roll.

D.: ¿Tienes un sitio predilecto donde te gusta esconderte del todo?

M.: En el lavabo.

D.: ¿No tienes algún oasis? ¿Algo que te relaja?

M.: Paseo, me ayuda pensar.

D.: ¿En qué parte de Barcelona vives?

M.: En la puta Rambla.

D.: ¿Te gusta el barrio?

M.: No, es una mierda.

D.: ¿Te  sigues viendo en Barcelona o quieres ir a un otro lugar?

M.: Me veo en otro lugar, pero seguiré un poco en Barcelona, un poco de Venecia…Yo soy como la hierba mala, donde me pones yo crezco. Solo que sean ciudades o que sean muy, muy apartados en el quinto coño tipo playa, costa, isla. Si me pones en un pueblo pequeño me muero.

D.: ¿Un director de cine?

M.: Guy Ritchie, Tom Kuntz, Steve McQueen, no hablo del director, hablo de Steve McQueen nacido en el 24 de marzo de 1930, gran aficionado de coches clásicos, como yo.

D.: ¿Qué coche conduces?

M.: No se puede decir, porque si no parece que voy de un chulo, pero te digo, MGB 1971 rojo, carburadores de competición, inyecciones nuevos, filtros de competición, interno de piel, preparado para ganar.

D.: ¿Música? ¿Qué tipo de música te pones en casa?

M.: En casa música me pongo poco. Mira de música me gusta todo. Me gusta Rock&Roll, me gusta soul, funky, reggae, me gusta mucho la música electrónica. Y tengo todos mis amigos DJs, tengo todos mis amigos de Sonar y os quiero a todos, os quiero mucho. Me encanta Dean Martin, siempre borracho.

D.:¿Qué hay en la mesa de noche de Max Colombo?

M.: Mmmm… ¿Se puede decir?

D.: Sí, claro, por eso te pregunto. En esta charla la censura no existe.

M.: Libros, ajedrez, mariguana, crack, amfetamina… (se ríe).

D.: ¿Qué lees?

M.: Lo que me pasan los amigos, lo que encuentro en los aeropuertos.

D.: ¿Ahora qué estás leyendo?

M.: Si te lo digo no me lo crees.

D.: ¡Dímelo!

M.: Veinticuatro lecciones de ajedrez de Kasparov. Lo leo por la noche antes de dormir, tú te imaginas cómo estoy.

D.: ¿Tienes un libro que puedes decir que es “un antes y un después”?

M.: Un antes y un después de un libro todavía no. Novelas favoritas tengo muchas. Me gustan mucho las de Elmore Leonard que son divertidas y casi psicodélicas. Me gustaba Arturo Pérez-Reverte que se ha convertido en un desastre comercial. De los italianos me gustan mucho Niccoló Ammaniti y Alessandro Baricco. ¿Quién más?, también me gusta De Cataldo. En Francia Daniel Pennac. En España ni uno. De Estados Unidos me gusta Chuck Palahniuk.

D. ¿Arte contemporáneo?

M.: Estoy hasta la polla también de Bill Viola y el video arte de los cojones. No soporto el Damien Hirst.

D.: ¿Sueles ir a exposiciones?

M.: Sí, cuando tengo tiempo sí. Cada vez que voy a Madrid voy al Prado, aquí voy al MACBA. Voy bastante a la Caixa Forum. Me gustaría ir más, los museos me gustan. Y también es excitante llevar una mujer a una cita en museo, funciona siempre, perezco un intelectual y luego resulta que soy un cerdo (se ríe).

D.: ¿Cual es la última película que viste en el cine?

M.: Dos veces fui a ver The wolf from Wall Street. Y la semana anterior vi la Gran Belleza, me gustó aunque no es lo mejor de Sorrentino. El actor Servillo es un fenómeno. Y Roma es Roma, Roma es bellísima. Barcelona es guapa, pero Roma es Roma. Estamos hablando de la ciudad más guapa del mundo.

D.: ¿Hay algo que no se sabe de ti y que te gustaría decirlo aquí?

M.: Soy muy sensible (se ríe), muy sensible.

D.: ¿Cómo te parece el local Ocaña?

M.: Tiene una ventaja enorme que está en Barcelona en la Plaza Real y tiene una desventaja enorme que está en Barcelona en la Plaza Real. Podría ser la hostia, porque el local es muy guapo, bien hecho, tiene varias situaciones, tiene un público muy diferente respecto al público que hay por Barcelona, pero en general Barcelona tiene un público muy limitado.

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