CARLOS PUIG PADILLA

Le conocí hace un par de años. Subía la escalera que une la planta baja de Ocaña. Apareció. Tobillos finos que dibujaban sus pasos de una manera tan elegante y exquisita que me fascinaron de inmediato y a primera vista. Soy Dessislava y él, Carlos Puig Padilla.

Dessislava: ¿Quién es Carlos Puig Padilla?

Carlos Puig Padilla: Carlos Puig Padilla es un catalán, que vive entre Barcelona y Paris y que le gustaría ser todavía más ciudadano del mundo. Le gustaría depender de diez ciudades diferente y estar subido siempre a un avión. ¿Para qué? Pues para trabajar.

D.: ¿En qué estás trabajando?

C.: Trabajo como consultante de moda. Ayudo a marcas para que su público objetivo las entienda, es decir, les explico lo que tienen que hacer y cómo ejecutarlo. Básicamente en el diseño de calzado.

D.: ¿Con qué marcas trabajas ?

C.: He trabajado para Barbara Bui, aquí en España para Victorio & Lucchino, Mango o Yanko.  Durante unos años, en París, colaboré en los desfiles de Michel Klein,  Jean Paul Knott o Guy Laroche, entre otros … En Asia trabajé para Shanghai Tang,  Mellow Yellow … Después para otras marcas que no hace falta que tengan nombre propio , pero que permitían y permiten facturar y poder trabajar con marcas con menos presupuesto. Asimismo, trabajo cómo periodista, escribiendo para El País, Marie Claire, Grazia …. Y cualquier  revista que se ofrece ( risas )

D.: Ahora mismo nos encontramos en el Instituto Europeo de Diseño de Barcelona.

C.: Aquí en IED Barcelona coordino un máster de calzado y accesorios desde hace casi diez años.

D.: También eres fotógrafo.

C.: Soy fotógrafo desde que con ocho años mi padre me regaló la antigua Voigtländer ( cámara alemana ) de mi abuelo. Empecé a hacer fotografías con una de la mejores cámaras que existían en el momento : aprendí la manualidad y a calibrar la luz con la abertura del diafragma y las velocidades de exposición . Vivo con una cámara fotográfica desde hace casi cuarenta años en mis manos. Actualmente, gracias a la red social Instagram, la fotografía ha tomado un lugar muy importante en mi vida.

D.: Hablando de tu familia, ¿hay algún artista aparte de ti?

C.: Mi padre es artista porque está muerto desde hace cinco años y me imagino que en el cielo debe estar haciendo de las suyas. Mi madre es ama de casa y ya está jubilada, su hermano, es José Padilla, el famoso DJ de Ibiza .

D.: ¿Qué opinas sobre los diseñadores emergentes de ahora de Barcelona?

C.: La vida me ha tratado muy bien desde el punto de vista de la moda. He tenido la posibilidad de viajar a los cuatros puntos cardinales del planeta para desfiles de moda. He tenido la suerte de ver a Yves Saint Laurent cuando estaba vivo, Thierry Mugler cuando hacía desfilar a Diana Ross o a Claude Montana cuando diseñaba para Lanvin. He podido viajar a Nueva York cuando Armani había anulado un desfile en Paris y el alcalde de Nueva York le dio las llaves de la ciudad para hacer un desfile cerca del río Hudson. No me quiero posicionar cómo Rutger Hauer al final de Blade Runner cuando se despide con : “I´ve seen things”… Pero he tenido la suerte de compartir muchos y grandes momentos de moda en los últimos 25 años que me cuesta llegar a opinar… Pero llego…

Cuando la gente me pregunta :  ¿ Que te parecen los diseñadores emergentes en Barcelona ?,  acabo comparando, y ese es un vicio muy feo. Por lo tanto no tengo mucha opinión. Me encantan Brain&Beast. Tuve el honor de formar parte del  jurado del certamen del 080 en Barcelona y les otorgamos el premio a ellos, por su valentía y originalidad. pero para Ángel Vilda, César Olivar y Verónica Raposo ( fundadores, ndlr )  tengo mucho criterio. Me gusta el mensaje que vehiculan,  porque van hasta el final de sus ideas y porque trabajan muy bien los tejidos y piensan mucho en su finalidad comercial. Me recuerdan a John Galliano en sus mejores momentos o a Alexander McQueen cuando empezaba. Creo que son verdaderos diseñadores emergentes de gran creatividad.

D.: Aparte del vicio de comparar, ¿tienes otros?

C.: Sí, tengo vicios. Yo siempre haré apología de los vicios. Considero que muchos vicios han creado artistas, escritores y cineastas, tanto los mejores contemporáneos como los poetas del siglo XIX. Los vicios son privados y las virtudes públicas. Miklós Jancsó hizo una película sobre ello. Tengo vicios, pero se quedan en eso, puro vicio. Por ejemplo, me gusta mucho trabajar, es mi gran vicio. También me gusta mucho dormir poco para aprovechar las horas del día. Y evidentemente tengo otros vicios (se ríe).

D.: ¿Qué te parece la noche de Barcelona?

C.: La noche de Barcelona me parece obsoleta. Me parece que en la noche de Barcelona cada vez pasan menos cosas. Si llevas la diversión en ti mismo, entonces la noche de Barcelona es divertida. Si estás bien rodeado, te metas donde te metas, vayas donde te vayas, te lo pasarás bien. Antes, hace treinta años, cuando salía por Barcelona, no

hacía falta tener espíritu festivo, porque todos los locales y todas las discotecas tenían un guión bien escrito, y lo único que tenías que hacer era instalarte allí y seguir la corriente, just let it flow. Actualmente, eres (prácticamente) tú mismo el que tienes que manejar la corriente, tienes que inyectar la energía, convertirte en la droga del local y el alcohol si verdaderamente quieres divertirte ( risas ).

D: Eres mucho más joven, pero ¿Coincidiste en algún momento con José Pérez Ocaña?

C.: Yo conocí a un Ocaña, conocí un Ocaña en las calles de Barcelona que se estaba extinguiendo, hace unos treinta años, ¿cuántos años hace ya que murió Ocaña?

D.: Falleció en el ´83

C.: Incluso conocí a su antigua pareja. Ahora no recuerdo su nombre, pero lo pintaba todo de metal y de plata. Hasta estuve en su casa. Por eso me lo crucé en los últimos tiempos. De hecho hay una amiga que acaba de morirse ahora en enero y cuando estuvo al lado de la muerte me dijo: “Acuérdate que ese Ocaña es tuyo, pero se lo tienes que pedir a mis hijos, ellos saben que ese cuadro es para ti ”.

D.: ¿Existe un oasis urbano para ti, donde te gusta esconderte?

C.: ¿Quieres que te diga que es el Ocaña?

D.: Para nada.

C.: Cuando doy un beso me siento ya muy escondido. Me gusta besar para esconderme.

D.: ¿Das muchos besos?

C.: Bastantes.

D.: ¿Qué opinas sobre la teoría postmoderna de la sexualidad, la teoría Queer que defiende la “no” sexualidad fija y dice que esta misma se construye a través de nuestra experiencia?

C.: Creo en la sexualidad tal y como la concebían nuestros padres. Formo parte de una generación en la que nuestros padres nos transmitieron, sin querer (o queriendo), una imagen de tradición, y que desafortunadamente, hoy en día, ya se ha perdido. Para nosotros todo era secreto. El sexo era secreto, las drogas eran secretas, la música era secreta, el cine era secreto. En la actualidad, vivimos enchufados a internet y a la televisión, todo el mundo ya sabe y ya ha visto todo. Nuestro cotidiano es sexo, drogas y rock&roll en diferentes dosis ( risas ). En los 70, los Sex Pistols lo cantaban pero era todo prohibido. La canción de Serge Gainsbourg y Jane Bikin “Je t’aime…moi non Plu”s no podía entrar en España, porque Franco consideraba que era pornografía.

Para ir a una mujer desnuda en el cine, tenías que irte al otro lado del Pirineo. Ahora para ver lo quieres, desde el ángulo que te apetezca y del sexo que prefieras, basta con ponerse delante del ordenador y descubrirlo. Se está construyendo una sexualidad totalmente nueva. Los chicos y las chicas quieren probarlo todo, personalmente,  creo que internet está generando y fomentando una sociedad bisexual, trisexual, y totalmente transgresora. La juventud europea me hace pensar un poco en Brasil y en Cuba por su manera de acercarse al sexo. Son países en los que se acuestan entre ellos porque son amigos, sin más. Las mujeres con las mujeres y los hombres con los hombres. Un hombre puede estar casado con una mujer y de vez en cuando acostarse con un amigo, pero seguirá queriendo a su mujer, haciéndole el amor para seguir teniendo hijos con ella, sin necesidad de etiquetar sus preferencias al mundo exterior. En esos países existe una variedad que convive en una normalidad total sexual. El sexo se entiende cómo una necesidad física más, cómo el comer o el beber. La sexualidad hoy en día, creo que se empieza a entender como se entendía en la Antigua Grecia o Roma. A través del cine de Larry Clark lo podemos descubrir. A mí me encanta esta sexualidad y no me crea ningún tipo de problema.

D.: ¿Y que piensas de las enfermedades?

C.: Esa es la parte que más me asusta : la inconsciencia frente a la enfermedad. La gente joven está, a veces, de demasiado liberada. Desafortunadamente las enfermedades de transmisión sexual existen y son cómo una nueva peste en el milenio en el que vivimos. Demasiados jóvenes piensan que con todos los tratamientos que existen, se acabaron las enfermedades de transmisión sexual, pero los millones de muertos al año, demuestran que no es cierto. Vivimos una época contradictoria, donde todo el mundo es muy libre sexualmente hablando, olvidándose  del peligro y las protecciones obligatorias. Lo pienso y lo digo, por conocimiento de causa.

D.: ¿Qué lees?

C.: Muchos clásicos. Últimamente me estoy metiendo mucho en la vida de Truman Capote, sus diarios y reflexiones. La vida de Andy Warhol, a través de La Factory.

Me ocurre desde hace unas semanas y a raíz de la muerte de Philip Seymour Hoffman, lo admiraba mucho. Me fascina Philip K. Dick y su ciencia ficción, le descubrí gracias a Rydley Scott. Actualmente, me pone mucho la literatura de Bret Easton Ellis, sobretodo Glamorama, y American Psycho.

D.: ¿Y música?

C.: ¡Oooh música! A veces también trabajo como disc jockey ( risas ) . Mi música puede ir desde el soul hasta Sarah Vaughan, Ella Fitzgerald, Chet Baker o Pet Shop Boys y su West End Girls.

D.: ¿Cine?

C.: Me apasiona Lars von Trier, estábamos hablando antes de Nymphomaniac y me encanta él. Me gusta mucho también Spike Jonze y Wes Anderson, son mis favoritos junto a Sofia Coppola. Quentin Tarantino me gustaba mucho, pero últimamente su violencia gratuita me sobra. Evidentemente estoy enamorado de Jean Luc Godard, Le Mépris es una de mis películas fetiches junto a Jules et Jim .

D.: ¿Qué te parece el local Ocaña?

C.: Me parece uno de los locales más bonitos que se hayan abierto en la ciudad en los últimos años. Me gustan sus diferentes ambientes, me gusta la gente que trabaja en él, y las atmósferas que se crean. Me gusta que la cocina esté semi abierta al público. Es un local que desde que lo abrieron le cogí mucho cariño. Tengo una versión muy cosmopolita de Barcelona desde que viajo tanto y deseo que mi ciudad sea como Berlín o  Londres.Barcelona, desde el punto de vista turístico, ya lo ha conseguido. Cuando se abren locales como Ocaña, o Eclipse en el W Hotel, pienso que se Barcelona empieza a pensar en grande. Uno de los últimos ejemplos de ello, es la reciente renovación del Teatro Principal al final de las Ramblas, pero todavía falta mucho. De momento, soy feliz, porque Ocaña es uno de los locales que más disfruto de mi cosmopolita Barcelona.

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